EMPRESARIOS CRISTIANOS ¿SON IGUALES? col.4:1

Los gobiernos cierran los ojos ante la explotación laboral

La mano de obra barata de los países del Sur, con obreros, niños en muchos casos, que llegan a trabajar en condiciones cercanas a la esclavitud, es el gran negocio de ciertas multinacionales.

La situación laboral de los países del Sur siempre ha dejado mucho que desear; pero, desde los años 60 y ante el aumento de la competitividad entre las multinacionales, ésta se ha agravado debido a la práctica de una nueva modalidad laboral: la subcontratación, a través de la cual las grandes empresas trasladan sus locales de producción hacia países del Tercer Mundo con la finalidad de ahorrar en el proceso de fabricación. Generalmente, se trata de lugares en los que producir resulta mucho más rentable, ya que son países que poseen una legislación social, fiscal o medioambiental menos costosa y en los que la mano de obra es mucho más flexible y barata.

Según Setem, una federación de organizaciones no gubernamentales especializada en temas de cooperación y desarrollo, mientras que en algunos países europeos el sueldo medio de un obrero cualificado está sobre las 5.300 pesos/hora aprox. , en Marruecos es de 580 pesos aprox; en Polonia de 284 pesos aprox; y en Filipinas de 109 pesos aprox. Esto deja ver claramente las ventajas de desplazar la producción.

En estos países, las condiciones laborales son muy duras. En algunos casos, los trabajadores se ven obligados a realizar horas extras que no son contabilizadas como tales, ya que son necesarias para alcanzar la producción mínima exigida.

Si estas condiciones ya son duras, especialmente alarmante resulta la situación laboral de niños y adolescentes, cuyo sueldo es mucho menor que el de los adultos, lo que contribuye al aumento de la explotación infantil y al desempleo en los mayores.

Las empresas también emplean otra forma de contratación, consistente en el trabajo a domicilio; esta modalidad hace que la empresa se libre de tener una plantilla y de pagar la Seguridad Social, el coste es menor y la flexibilidad laboral aumenta. Aunque, en teoría, no se trata de un trabajo ilegal, sí se suele contar con la ayuda de otros miembros de la familia para la realización de las tareas, entre ellos, los niños.

De todos es sabido que, ante las malas condiciones laborales de los países del Sur, la explotación de los trabajadores en las industrias está a la orden del día. Quizás el caso más sonado sea el de la marca Nike. Tal como afirma Setem, esta empresa internacional realiza el 99% de su producción en el Tercer Mundo, principalmente en Indonesia y China, donde emplea a unas 75.000 personas. Pero cuando compramos unas zapatillas Nike, menos del 0,18% de lo que pagamos va a parar al trabajador indonesio o chino que las ha fabricado.

La jornada laboral de estos trabajadores es de hasta doce horas diarias, por la que cobran un salario de 22.688 pesos mensuales (unos 31,25 euros), lo cual equivale tan sólo al 30% de las necesidades vitales de una familia; si, por contra, el trabajador es un niño, el sueldo baja hasta las 10.000 pesos (13,82 euros) al mes.

Las cifras del trabajo infantil

Según afirma un dosier informativo de Infomundi, Servicio de Información y Documentación sobre el Tercer Mundo creado por Medicus Mundi en 1996, "los niños trabajadores constituyen ya en Asia el 11% de la población activa (...), en África representan en torno al 17%, mientras que en algunas ciudades de América Latina trabajan hasta el 26% de los niños. Brasil presenta una de las tasas más elevadas: el 18% de los niños entre diez y catorce años".

El 65% de ellos, sobre todo las niñas, trabaja de seis a siete días por semana sin recibir ninguna paga por horas extraordinarias ni prestaciones sociales o de otro tipo que se conceden normalmente a adultos. La jornada laboral puede extenderse hasta las nueve horas diarias a cambio de recibir la mitad del sueldo de un adulto: "Tres dólares semanales en las fábricas de bombillas de Indonesia por 48 horas de trabajo. La misma cantidad en Zimbabue por 60 horas, en la recolección del café. Un dólar al día en las fábricas de alfombras de Nepal".
Entran en este mundo en torno a los diez años de edad, aunque ésta suele bajar notablemente en ambientes rurales.

Casos en Asia

Por otro lado, cuando grandes marcas se ven manchadas con denuncias de abusos con sus trabajadores, siempre suelen adoptar medidas destinadas a lavar su imagen ante los consumidores y la sociedad en general. Esto sucedió con Levi's, que anunció, en 1994, el cese de las relaciones comerciales con dos de sus proveedores en Bangladesh porque utilizaban como mano de obra a niños menores de catorce años.

Levi's propuso que los niños dejaran de trabajar, pero los patronos señalaron que éstos eran la única forma que sus padres tenían de ganarse el pan. Finalmente, Levi's aceptó que siguieran trabajando, siempre y cuando la empresa se hiciera cargo de la escolarización de esos niños y prohibiendo la contratación de otros. Sin embargo, no tuvieron la idea de contratar a sus padres en vez de a ellos para ocupar su puesto de trabajo.

En China se pueden localizar gran cantidad de fábricas donde las trabajadoras son explotadas, según un reportaje publicado por el diario El Mundo titulado Por qué sólo cuesta 'Todo a 100'. Las dagongmei (chicas trabajadoras) son jóvenes y adolescentes que producen sin descanso por un sueldo de 65.500 pesos (90,15 euros) al mes, del cual se les descuenta la comida y los "gastos de alojamiento". Si estas chicas quebrantan las reglas internas o no rinden al nivel esperado, puede verse reducido su sueldo o los ocho días de vacaciones anuales.

La experiencia de Pun Ngai, una profesora de la Universidad de Hong Kong, quien decidió pasarse por una campesina para trabajar en una de esas factorías durante seis meses, demuestra la cruda realidad diaria de estas trabajadoras: la mayoría enfermaba por la falta de alimento, por agotamiento o envenenadas por los productos químicos con los que trabajaban.

Pero no es el único caso confirmado. La investigación de un periódico de Hong Kong descubrió en el 2000 que los juguetes que McDonald's regalaba en sus promociones en este país eran elaboradas por adolescentes de entre doce y diecisiete años en una jornada laboral superior a dieciséis horas diarias, a cambio de 1.743 pesos (2,4 euros) al día y una habitación compartida con otras quince chicas.

Son, en cambio, las fábricas de productos destinados al mercado de las tiendas de Todo a 100, ya sean gestionadas y explotadas por empresas chinas o de otros países, las que peores condiciones tienen. La presión para abaratar los precios es enorme, y detrás del negocio suelen estar compañías desconocidas que no tienen que cuidar su nombre. Su lema es producir mucho, barato y rápido, pero los accidentes entre las trabajadoras o los incendios son realidades cotidianas en estos lugares de producción.

La política de contratación de estos talleres no permite admitir a mujeres mayores de veinticinco años, aunque esta regla se olvida si la mujer en cuestión tiene hijos pequeños dispuestos a trabajar gratis. Esta situación laboral hace que aumente el número de jóvenes que terminan dejando las factorías para prostituirse, ya que afirman que "es mejor que trabajar en la fábrica".

La situación en China es especialmente desesperante para las víctimas de los abusos porque el Gobierno mantiene la ilegalidad de los sindicatos y las asociaciones de trabajadores.


2 comentarios:

Unknown dijo...

hola mi querido hermano a la verdad tengo el mismo sentir de un avivamiento, me alegro de averlo encontrado en internet espero tener contacto con ud algun dia.
me llamo ivan vivo en le bosque.
que dios le bandiga cada dia a ud y su querido padre ya que tiene una labor bien sacrificada solo dios lo fortalece cada dia.

le agradesco la gran cantidad de material que hay en su pagina es increible, lo comentare con mis compañeros de trabajo, tenemos un ministerio en nuestro trabajo somos conductores de subus chile.

Carlos Ramón dijo...

Dios le bendiga Hno. El Dios del cielo y de todos nosotros ha puesto en ti el querer como el hacer para expandir el reino sobre la faz de la tierra. Mas sin embargo, no está en uno dar un avivamiento a otros. Sabemos que nuestro Dios Adonai nos llama, nos capacita y luego nos envía a cumplir con la gran comisión y, en esto le invito a meditar en las palabras de Pablo cuando hablándole a los Corintios manifiesta que: uno sembro, el otro regó, pero el crecimiento lo dió Dios. Asimismo, bastó con que Felipe se encontrara orando para que el Espíritu Santo lo llevara al desierto para predicarle al etiope y ministrar la salvación de su alma. Hace tiempo aprendí algo en un taller de evangelismo explosivo, un lema: "Simplemente predicar a Cristo bajo la unción del Espiritu Santo dejándole los resultados a Dios". Por tanto, viva la palabra que predicas bajo el amor y el temor a Adonai, que el Altísimo te respaldará cada vez que te utilices como su shoffar porque su palabra no retornará vacia. Nosotros muchas veces convencemos, pero Dios es el que convierte. Un vaso de agua vertido sabre una piedra mojará esta, pero este mismo vaso de agua convertido en muchísimas gotitas, hara que la piedra se meteorice bajo la presión de Dios y será pulverizada para gloria y honra de Adonai. Me identifico con tu inquietud, pero sé que al hablar del Señor, El hará la obra en la vida que recibe su palabra. Gracia y paz a ti y a los tuyos.